El fútbol y sus exigencias. Ni bien se acallen los ruidos de los fuegos artificiales, los jugadores de San Jorge darán comienzo con el trabajo de la pretemporada. Hoy a las 17, los futbolistas deberán presentarse en Lince para realizar un acondicionamiento físico. "Esta actividad se extenderá hasta el 31", reveló Osvaldo Bernasconi, entrenador del "expreso". El 1 de enero tendrán libre y al día siguiente retomarán las actividades para completar la parte fuerte del trabajo precompetitivo.
A la ronda clasificatoria le quedan ocho fechas, de las cuales San Jorge jugará cuatro de local y tres de visitante, ya que tendrá una fecha libre. "Jugaremos siete finales y debemos estar en buenas condiciones físicas", reconoció Guillermo Acosta, la principal arma de ataque del equipo.
"Bebé" no es delantero de área. Es un volante con mucha dinámica, que en este 2012 le sumó una nueva cualidad a su repertorio: romper redes rivales. Y a pesar de su baja estatura (mide 1,67), muchos goles los hizo de cabeza. "Siempre me las ingenio para convertir por esa vía", aseguró. No importa el certamen que juegue, Acosta siempre se las arregla para ser el máximo artillero en el "Expreso verde". "En el Torneo del Interior hice 16 y fui el goleador. En el Argentino B convertí 14 y ahora llevo seis. Espero que en 2013 siga con la racha positiva", se ilusionó.
Uno de los goles que más recuerda es el que le marcó a la CAI en el partido de la Promoción, que les posibilitó lograr el ascenso este año. "Martín Martínez tiró el centro, ingresé por el segundo palo y de cabeza marqué el primer gol en ese partido. Resultó fundamental", enfatizó.
Acosta es el más chico de los hermanos. "Todos me conocen como 'Bebé'. Al apodo me lo puso un vecino. Cuando mis hermanos Matías y Saúl iban a la cancha, yo los acompañaba. Tenía 6 años y me gustaba jugar al fútbol, pero nunca me sacaba el chupete de la boca. Corría por detrás de la pelota con el chupete", recuerda.
Papá Juan Oscar, mamá Elena Vega y sus hermanos son sus hinchas incondicionales. "Son infaltables, al igual que mi hijo Thiago y mi señora Luciana", contó.
Y luego se metió de lleno en el presente de San Jorge. "El balance es muy bueno. En el plantel nos conocemos mucho. Hace tres años que jugamos juntos y esto nos hace fuertes. El presente de San Jorge es bueno y soñamos con un final feliz. Queremos mantener la categoría. Para eso hay que trabajar fuerte", aseguró. Entonces, manos a la obra.